11 razones para tener una novia gordita

Razones para tener (y comerse) una novia gordita 

No piensan a la hora de comer. Esa es una invaluable sensación de libertad. No se mortifican por los horarios adecuados para ingerir los alimentos ni mucho menos se estresan por la escogencia de los mismos. Una bandeja paisa al desayuno no es una posibilidad absurda, al contrario, puede ser una realidad semanal. 

Pese a que son criticadas por la sociedad bajo la falsa creencia de que una chica perfecta debe poseer medidas perfectas, la verdad es que andar con una gordita es la mejor decisión que pueden tomar todos los hombres, púes nada se compara con el amor, cariño y personalidad de estas hermosas mujeres. 

Ellas son mujeres audaces, astutas, inteligentes, reflexivas, analíticas y que no tienen miedo a nada, así que además de que en más de una ocasión te ayudará a tomar las mejores decisiones, indudablemente se convertirá en tu compañera de aventuras (ella no vive preocupada por sus tacones ni porque se le arruine el maquillaje, a ella lo que realmente le importa eres tú).

Cuando van a los almacenes no se pasan horas midiéndose opciones de prendas porque pocas veces encuentran su talla. Sus compras son breves. ¿Qué me queda? Eso me llevo. Punto. 

Si eres de los que les encanta andar con maniquís vivientes (sin emociones y que solo viven de las apariencias) dejame decirte que esto no es para ti. Pero si por el contrario eres de los que buscan a una chica apasionada, auténtica y sin miedo a mostrarse tal y como es, una chica rellenita sera la mejor decisión. Con ellas podrás acudir a cualquier restaurante y sentirte en la completa libertas de disfrutar cualquier cosa, pues ella no va en busca de quedar bien, ella es una chica real, que goza de lo que hace y no tiene que mentir respecto a sus gustos, ella es una chica natural, sincera y realmente una verdadera MUJER.

Se sienten como unas princesas ya que ellas sí conocen de cerca la verdadera caballerosidad. Los hombres les ceden el puesto por miedo a que se les sienten encima, las miran con ternura para evitar una agresión, les sonríen, las saludan con palmada en el hombro, les corren la silla porque no caben, les abren la puerta del carro para cerciorarse de que sí entran y no las morbosean porque rayarían con la aberración. 

Disfrutan a plenitud la amistad. Las gordas no generan envidia, así que además de convertirse en grandes amigas producen una confianza que solo es recompensada con lealtad. No sufren el dolor de la traición ni prueban el veneno del engaño. 

De acuerdo con los expertos en el área (decenas de hombres que tuvieron la fortuna de vivir esta maravillosa experiencia) las chicas de curvas pronunciadas son sin lugar a dudas las mejores bajo las sábanas, así que si quieres gozar a lo grande, ¡no lo dudes! Arriésgate.

Contrario a sentir complejos por su figura, tienden a ser tan seguras de ellas mismas que se convierten en grandes amantes. Siempre se entregan como si fuera la última vez, porque de hecho saben que podría serlo. No tienen límites, no les preocupa si la luz está prendida o apagada, no las altera ninguna posición, saben con certeza que su fortaleza es generar placer hasta el punto de hacerle olvidar a su pareja la sensación de estar amasando un sofá abullonado. 

La playa o el plan de piscina no las cohíbe. Uno las ve pavoneándose sin pareo y sin el menor pudor. Se asolean como un sapo boca abajo desparramadas sin tapujos. Con la bronceada se les marcan los pliegues a los cuales el sol no alcanzó a entrar, quedan llenas de líneas como si hubieran sido atacadas por un león y no les importa. Salen de esqueleto, ombliguera o shorts, frescas. 

Si, tal como lo lees, a diferencia de las otras chicas que se creen modelos, las gorditas realmente te dedicarán tiempo a ti y no a su apariencia. Mientras las delgadas se la pasan quejándose de su figura, ella sabrá ganarse tu corazón con caricias, besos, palabras y acciones. Jamás te arrepentirás de estar a su lado.

No viven pendientes de los tratamientos, trucos o sistemas para alcanzar la figura ideal, son conscientes de su realidad, se aceptan evitando luchas sin sentido. Así se aman y así las aman. 

Si resumimos, la gordura genera libertad. Algo que pocos seres logran conocer a lo largo de su vida. Es cierto que por momentos debe producir insatisfacción y una lucha por modificar lo existente. Pero a la vez se alejan con facilidad de las presiones y convierten su figura en su mayor factor de seguridad. 

Sabemos que la apariencia es importante realmente (esto no quiere decir que se descuiden), sin embargo, no todo en la vida es el físico y ellas lo saben muy bien, razón por la cual si deseas tener a tu lado a una persona que realmente permanezca contigo en las buenas y en las mañas, que seque tus lágrimas y que te motive a salir adelante, ya sabes con quien tienes que estar.

Y tú ¿qué otra razón darías?


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